Lentamente las gotas cálidas ocasionadas por el inclemente sol recorrian y evaporaban cada una de las partes de mi cuerpo, yacía exhausta en una pequeña porción de tierra del inmemorable Parque de los periodistas con el cabello desordenado y con los pómulos hinchados y colorados por el sofocante calor.
Pese a que hacía ya media hora había decidido alejarme de la multidud aún estando sola seguía escuchando en mi subconsciente las voces de los que ese día decidieron protagonizar una nueva historia. Cerre los ojos con la esperanza de concentrarme más y escuchar y ver mejor los sonidos e imágenes que retumbaban en mi cerebro una y otra vez.
¡Se vive y se siente Uribe está presente¡ fue una de las primeras frases que evoque mientras cerraba mis parpados, recorde el color negro de las camisetas que se resaltaban por si mismas en un gran rio de transeuntes portadores de camisetas blancas.Dicen que el color amarillo se graba más fácil en el subconsciente, el negro debe tener una carácterística similar.
El hecho de que Mockus estuviera portando una camiseta negra con letras amarillas me hizo recordarlo casi de inmediato.!Qué se baje los pantalones, qué se baje los pantalones!gritaron con euforia y con una sonrisa picara dos caminantes que vieron a Mockus en el parque Nacional preparándose para dar un discurso a una cadena televisiva nacional, reí al imaginar que Mockus hubiera bajado publicamente sus calzones una vez más,lo visualicé mostrando su trasero y diciendo con voz firme:!le sacó el trasero a las Farc!.
El trasero blanco y posiblemente peludo de Mockus me ha distraído en el dificil ejercicio de recordar conscientemente mi recorrido de protesta en contra de las Farc del día lunes 4 de febrero del año 2008.
Retomo las imágenes y los sonidos nuevamente sin dejar de lado las sensaciones físicas producidas por la mente pero manifestadas en mi cuerpo.
A medida que avanzaba lentamente por toda la carrera séptima sentía mientras caían un millar de papelitos brillantes desde el cielo como la adrenalina en mi cuerpo aumentaba, cada vez se unía más gente y esto ocasionaba en mi una emoción indescriptible que aparentemente no tiene explicacion, me preguntaba constantemente en lo que pasaría durante el recorrrido, tenía ganas de gritar y correr, sin embargo había tanto tráfico de personas que se hubiera generado un caos si la velocidad de los caminantes hubiera aumentado sorpresivamente , miraba hacia atrás, hacia delante, a la derecha y a la izquierda y veía todo tipo de personas llevando consigo banderas, pancartas de todo tipo y camisetas con diversos mensajes, todas a pesar de los intereses políticos que se veían claramente en algunos de sus portadores manifestaban un No rotundo a las Farc y al secuestro.
No más Polo
No más Piedad
No más Chavez
No más Farc
Chavez +Farc+idiotas= terror
¡Chavéz, Chavez, Chaves! ¿Por qué no te callas?
Las frases anteriores estaban frescas en mi subconsciente, no las había olvidado por su gracia, su diferencia con las demás y porqué para mi tienen una conotación política importante. Recordaba también, la representación realizada por tres universitarios de la Pedagojica, uno de ellos alto, de tes blanca arrastraba con dos cadenas diferentes a dos jovenes de estatura similar.
Los vendedores de pitos y banderas colombianas se multiplicaban por cada cuadra recorrida,sin lugar a dudas esta marcha beneficio a los vendedores ambulantes que aprovecharon el flujo torrencial de personas para duplicar o porque no cuatriplicar sus ventas.
El calor en mi caso es una bomba de tiempo, siento que el sueño me esta venciendo y ya no puedo recordar con tanta claridad, cerrar los ojos durante un período de tiempo prolongado mientras se esta acostado en un parque tranquilo en un día tan soleado como el de hoy ha resultado peligroso para mi, he quedado profundamente dormida con el celular en las manos.
En cuanto abro los ojos compruebo con alegría que el celular aún sigue siendo de mi propiedad, estoy más sudorosa que nunca siento que no estoy en Bogota sino en Melgar o un lugar igual o más caluroso, la sed y la humedad de mi cuerpo me obligan a buscar otro lugar.Me paró de forma lenta pero desiciva no sin antes terminar mi ejercicio, cierro los ojos por última vez y veo la última imagen relacionada con el recorrido de la marcha contra las Farc, una señora de aproximadamente 65 años de edad grita con rabia pero con algo de timidez en un anden de la carrera séptima ¡No a las Farc! la acompañan dos personas más y una fotografía del que parece ser un familiar cercano secuestrado.
Reflexiono trato de visualizar mientras camino por el místico, pero peligroso centro de Bogotá la dimensión que otorgarán los medios de comunicación a este hecho que desde ya me atrevo a considerar histórico. Antes de introducirme al horno humano rojo (el trasmilenio) mi mente repite de manera computarizada una y otra vez ¡No más muerte!, !no más secuestro y no más Farc¡, sin lugar a dudas he quedado sugestionada con la marcha de hoy.
