viernes, 15 de febrero de 2008

El Reino del olvido

“¡Los médicos me dicen que no tienes memoria¡ el pasado ha desaparecido para ti”. Es inevitable que Ulises sienta tristeza y desesperación al oír las palabras del rey del país de los lotófagos. El rey de Ítaca a caído en la trampa se ha alimentado ingenuamente de flores de loto que le han hecho perder todos sus recuerdos. Ulises hace parte de El reino del Olvido.

Todos nosotros por cortos o largos lapsos de tiempo hemos sido Ulises habitando El Reino del Olvido, algunos sin más reparo deciden convertirse en huéspedes eternos apartándose así de su pasado y sus experiencias anteriores. Otros al igual que Ulises recobran con esfuerzo y con ayuda del tiempo los recuerdos extraviados que se van quedando atrás, pero que nos permiten construir el futuro que se encontrará más adelante.

La memoria humana no es sólo una función cerebral que resulta de las conexiones sinápticas entre neuronas es un medio, una herramienta mediante la cual representamos, sentimos, aprendemos y damos simbolismos a nuestras experiencias traduciéndolas en conocimiento empíricos que nos permiten actuar y pensar.

1 comentario:

Anónimo dijo...

la memoria... no es algo simple y aunque en tu articulo se encuentra bellamente descrita, tendremos también que preguntar ¿se debe siempre recordar? o mas bien es mejor recordar cuando se quiere, por que, ¿para que qedarse en recuerdos ya inutiles?. A que me refieor lo explicaré a continuación, supongamos que yo tengo una postura y la enfrento en el campo de batalla con otra persona y sus respectivas posturas, si mediante la argumentación del otro me doy cuenta que mi postura cae en contradiccion o que sus argumentos son mas estables y fuertes que los mios, entonces ¿porque no olvidar?, ¿porque no somos capaces de desapegarnos de nuestras creencias si es la verdad la que buscamos? En ese sentido tenemos que aprender a llegar a un olvido, a un "eterno retorno" en palabras de Nietzsche, nadie dice que no se luche en la discución para defender esa memoria, esas creencias, pero si realmente se busca la verdad, entonces habrá que aceptar la derrota y desechar los argumentos debiles haciendo esto una y otra vez en cada discución que se tenga para generar cada vez una concepción mejor de las cosas.La pregunta que debemos hacer es si realmente se busca una verdad o simplemente el que alguien nos endulce los odios con un mmundo perfecto y teorías cubiertas por una tela fragil de armonía. Es cierto que sin la memoria no podríamos aprender de los errores, pero aveces ella misma no ata a ellos.