domingo, 3 de abril de 2011

“Japón no reza, ni hace Teletón, Japón trabaja”

Publicado en: http://www.elespectador.com/noticias/soyperiodista/articulo-261531-japon-no-reza-ni-hace-teleton-japon-trabaja


Colombia no ha sido azotada por Tsunamis, radiaciones nucleares ni terremotos recientes, pero si por “EL SAMY” y la Ola Invernal del 2010. Es extraño hacer referencia al invierno en un país del trópico donde no existen las estaciones, sin embargo desde el año pasado 28 de los 32 departamentos viven literalmente con “el agua hasta el cuello”, ni hablar del mal estado de las carreteras y calles de Bogotá, porque desde que los ciudadanos eligieron a Samuel Moreno como Alcalde pareciera que por esta ciudad hubiera pasado un terremoto de mil puntos en la escala de Ritcher. ¡Un verdadero caos!.




Pero, lo más triste es que Colombia no solo se hunde por el “invierno”, se hunde por la ineficiencia y la corrupción estatal. Se hunde porque no existen estrategias de prevención, porque los fondos que deberían destinarse para una tragedia son robados para satisfacer lujos banales. Se hunde porque no elegimos concejales, ministros y gobernantes serios que piensen en preservar la vida de los colombianos.




Desde el 2002, antes de la Ola Invernal, la Universidad Nacional propuso construir cinco diques fusibles para proteger de las inundaciones a una de las regiones más afectadas actualmente - La Mojana-. La misión de las estructuras era dosificar el agua y permitirle llegar hasta los caños que transitan hacia la cuenca del río San Jorge. Pero, hasta el día de hoy solo se ha construido un dique y aún no está en funcionamiento.




Es inaudito y sumamente vergonzoso que en Japón reconstruyan una carretera principal completamente destrozada en tan solo seis días, mientras que en Colombia, más exactamente en departamentos terriblemente afectados por la ola invernal -como Bolívar- los habitantes lleven 9 meses esperando la reconstrucción de un puente para no tener que arriesgar sus vidas al cruzar un río.




En Bogotá, la historia no es distinta, vamos a completar años esperando que terminen las obras viales de la ciudad. Estamos cansados de los huecos, los trancones, las grietas y lógicamente del pésimo, humillante, pero al mismo tiempo indispensable servicio que ofrece Transmilenio.




Las imágenes de la carretera de Gran Kanto -en la ciudad de Naka- Japón- completamente destruida demostró la fuerza del terremoto (8.9 grados) que el 11 de marzo azotó al pueblo nipón. Pero al mismo tiempo la asombrosa velocidad con la que fue reconstruida le mostró al mundo una de las características más importantes de este país: la capacidad para salir adelante a pesar de las adversidades.




En Colombia rezamos, hacemos teletones y donamos dinero, pero no logramos reconstruir nuestras ciudades después de una tragedia natural. Han trascurrido varios meses desde que la ola invernal azoto nuestro país, y muchos damnificados siguen sobreviviendo en cambuches “provisionales” en medio del agua. La solidaridad de los colombianos permitió recoger más de 800.000 millones de pesos para ayudar a los damnificados que lo perdieron todo.




Adicionalmente varios ministros y alcaldes locales fueron delegados para hacer frente a las consecuencias de una catástrofe sin precedentes. Sin embargo, la mayoría de los damnificados, parece no sentir los efectos de los planes en ejecución en cabeza de los gobernadores departamentales, en coordinación con operadores privados que fueron aprobados por el nivel central.




Decenas de empresarios y familias en Mosquera perdieron por completo sus cosechas y aseguran que no han recibido los subsidios y créditos prometidos. En Atlántico, el 80% de Campo de la Cruz aún está bajo el agua, mientras que en Manatí la mitad del pueblo sigue inundado.




En resumen no nos reponemos ni siquiera un 20 por ciento de la primera crisis de ola invernal, ¿qué podrá pasar con la que se nos avecina y se anuncia mucho peor que la anterior? Realmente es algo que no quiero imaginar.




En Japón, según el primer ministro Naoto Kan, la crisis ha fortalecido el orgullo nacional de su pueblo. En colombia la crisis - cualquier crisis- es una excelente oportunidad para el clientelismo y la corrupción. Mientras que en Japón se impulsa una financiación inmediata de la crisis para poner en marcha una visión de largo plazo y transformar la región devastada por el terremoto con un nuevo "modelo para el mundo entero".




En Colombia, el presidente Juan Manuel Santos expresó que: la situación no se arreglará con unas cuantas semanas de sol y recordó que la recuperación y la reconstrucción tomará años y que por eso el país debe estar unido y trabajar mancomunadamente. Aquí tuvimos daños estructurales menos graves que en Japón, sin embargo es muy factible que ellos reconstruyan su país primero que nosotros. Porque como ya lo sentenció Santos aquí en Colombia nos tomará años y más años.


Definitivamente “Japón no reza, ni hace Teletón, Japón trabaja”.

2 comentarios:

juanpabloelprimo1@gmail.com dijo...

Excelente artículo Ana, es lamentable la situación de muestro país, pero brillante la forma como lo muestras mediante la comparación con Japón.
En Colombia la corrupción aparece todos los días dando discursos, hablando de leyes, reformas y construcciones que nunca llegan, siempre vestida en los mejores trajes de paño y mintiendonos con las más hermosas palabras. Nosotros, por nuestra parte, habiendo crecido durante generaciones viendo a un país enfermo, hemos perdido la esperanza de alguna vez encontrar su cura, resignandonos a rezar para ver si es posible algún poder superior nos libere de todos los males que nos aquejan y riendo por una tristeza a la que no le alcanzaron las lagrimas para expresarse. Hemos terminado siendo los ciudadanos quienes sirven al estado -recaudando dinero en Teletones- y no al reves, como bien lo decía Jaime Garzón en la conferencia de 1997 en Cali, "miramos el Estado hacia arriba, cuando deberíamos miralo hacia abajo", pues los recursos supuestamente destinados por el Estado para reparar esos daños, al parecer han sido "reinvertidos" en engordar a unos cuantos cerdos con un mejor concentrado. Finalmente, como bien lo muestras con tu conclusión, lo único que queda por hacer, ya que es el mismo ciudadano el que debe hacer las cosas ante la incapacidad de acción del Gobierno, es trabajar, proponer, unirnos para crear!

Unknown dijo...

Muy buen artículo, Ani-chan! primero que todo quiero disentir acerca de Bogotá, pues ya antes de Samuel las vias de la ciudad estaban en peor estado. A Trasmilenio ya se le habia apagado su encanto desde que empezó a presentarse problemas en el servicio y como no, la guerra del centavo que todavia manda. Nuestro pais ya esta en constante decadencia, y lo peor para nosotros está por venir. Todo el dinero va para los agentes criminales del oligarquismo, y mientras prometen paz y pan pero las riquezas se las llevan los que mas tienen tanto las multinacionales como los delincuentes de cuello blanco. Deberiamos pues, hacer algo. admiramos a japón pero tambien debemos pensar en un proyecto de pais que la libere de todas esas lacras habidas y por haber. T lo del Teleton de 2010, con todo el respeto para minusvalidos y damnificados, pero fue una total payasada.