miércoles, 18 de febrero de 2009

DIEZ COSAS ANTES DE HABLAR DE LEGALIZACIÓN

Si bien es cierto que no hay estudios suficientes relacionados con el comportamiento del consumo de drogas en la población colombiana para poder determinar si una política de legalización del consumo, producción y distribución sería lo más conveniente, tampoco se puede afirmar que la estrategia represiva actual sea la mejor opción. Cada vez más figuras públicas aceptan el fracaso de la misma.

Pero, antes de analizar cuál es la política que nos favorece más, es necesario enunciar 10 cosas que a mi modo de ver no necesitan de estudios, solamente un poco de sentido común bastará para entenderlas.

La primera de ellas es que mueren muchas más personas en la guerra contra las drogas que quienes las consumen por sobredosis. Hasta el momento creo que no hay ningún cadáver registrado en medicina legal por sobredosis de marihuana o ¿sí?.

La segunda es que debe primar la razón en este tipo de controversias y no los prejuicios morales o religiosos para argumentar una posición en contra o a favor de la legalización de las drogas porque esto sólo conlleva a una satanización y estigmatización de quienes las consumen. Recordemos que la marihuana, por ejemplo, puede ser utilizada para fines terapéuticos como por ejemplo aliviar nauseas de la quimioterapia, mitigar el dolor de múltiples esclerosis, sobrellevar los síntomas del glaucoma, mejorar el apetito peligrosamente menoscabado por el Sida, entre otros, y no por eso quienes la utilicen deben ser juzgados y/o penalizados. Una visión dogmatica que señale que consumir drogas es pecaminoso distorsiona el debate sobre los efectos de la guerra contra las mismas.

Tercero, las drogas lícitas no son menos innocuas que las ilícitas. El cigarrillo y el alcohol, por ejemplo son en términos fisiológicos más nocivos que las drogas blandas (marihuana y hachis).

Cuarto, las drogas son una realidad y están para quedarse. Es utópico el concepto de sociedad sin drogas, debemos convivir con ellas, procurando que hagan el menor daño posible.

Quinto, el tema de la legalización está íntimamente relacionado con intereses políticos definidos.

Sexto, la ilegalidad de las drogas propicia el incentivo de los altos costos y por ende del enriquecimiento de quienes la comercializan.

Séptimo, la adicción a las drogas es una enfermedad que debe ser considerada como tal y cualquier estado, en este caso el Colombiano, está en la obligación de prestar un servicio médico integral que ayude a las personas que la padezcan. “El que consume drogas es un enfermo y su enfermedad tiene cura... por eso, en vez de perseguir a los narcotraficantes, las sociedades deberían invertir esos recursos en educar a los enfermos por drogas a bajar su consumo y su vicio” Manuel Zelaya Rosale, presidente de Honduras.

Octavo, mientras la droga sea un negocio, su tráfico ilícito seguirá causando víctimas inocentes.

Noveno, existe un tratamiento desigual entre la regularización de las drogas. O acaso ¿hay una dosis personal de aguardiente?, el consumo de alcohol es una práctica socialmente aceptada, pero ¿quién puede garantizar que sea menos peligroso el que consume aguardiente al que consume marihuana?

Décimo y último. Uribe quiere a toda costa y mediante cualquier fin impedir la legalización de la dosis personal. Esperamos, ojala que no, que esta posición no esté relacionada con el numeral número 5.

Por: Ana María Cubillos Sarmiento

7 comentarios:

lille skvat dijo...

Hola:

Me ha parecido muy interesante tu post. Te dejo aquí un enlace en el que explico los motivos por los que yo creo que las drogas deben ser legales:

http://lilleskvat.blogspot.com/2008/06/legalizar-las-drogas-tambin-las-duras.html

Saludos,

Lille Skvat
http://lilleskvat.blogspot.com/

Anónimo dijo...

Muy buen artículo porque da argumentos muy interesantes que todos deberiamos tener en cuenta de empezar a debatir.

Anita Cubillos dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Diego dijo...

el tema de la legalización ha sido comentado desde los artistas musicales hasta políticos pero hay que ver si la situación de Colombia permite una legalización como se goza en holanda, un país consumidor más no productor y en eso giraría el gran problema de beneficios y desventajas. Muy buen articulo anita

Anónimo dijo...

Varias cosas a tener en cuenta:

1)
Es claro que las drogas no pueden pensarse desde supuestos morales; decir que la droga es mala o es buena, como bien dices, es distorsionar el debate, entonces en ese aspecto estoy de acuerdo contigo.

2)Existe una diferencia entre las drogas legales y las ilegales. La diferencia radica en que desafortunadamente, las ilegales, por ejemplo el cigarillo, contribuyen -por medio de impuestos-, a la educación. ¿Contradictorio, no?

3)Es importante, no dejar ver, posiciones políticas de ninguna índole. Esto con el ánimo de alimentar la discusión, llegar a ideas... Pero, no puede llegarse cuando se dice: "el tema de la legalización está íntimamente relacionado con intereses políticos definidos (...)Uribe quiere a toda costa y mediante cualquier fin impedir la legalización de la dosis personal. Esperamos, ojala que no, que esta posición no esté relacionada con el numeral número 5." En la medida de lo posible, evitar este tipo de comentarios.

4)Creería que el problema de las drogas es un problema de educación. Bien lo citas en el artículo: "las sociedades deberían invertir esos recursos en educar a los enfermos por drogas a bajar su consumo y su vicio". Deberían hacerse campañas de concienciación, para los consumidores y sus familias.

5)Leí el blog de Lille Skvat, y su artículo de argumentos a favor de la legalización. Eso no es nuevo, de hecho, en Dinamarca, o en los países bajos, ese sistema funciona. Pero atención: debemos saber que no siempre los modelos extranjeros, en su aplicación acá, tengan el mismo resultado. Por eso, es que ese artículo es flojo, porque, sí, expone un modelo que funciona allá. Pero, ¿Quién dijo que funciona aquí? Ese tipo de modelos funcionan por como actúa, piensa y es esa sociedad. Nuestra sociedad -la colombiana-, es distinta; piensa, actúa y siente de manera distinta. Entonces un modelo apropiedo tendrá que tener esto en cuenta.

6)El debate continua...

Álvaro Andrés Muñoz Fernández
Estudiante de Comunicación Social -VII semestre - Pontificia Universidad Javeriana.

Anónimo dijo...

Fe de Erratas:

En el segundo punto, no es ilegal, es legal. Entonces la idea quedaría así: La diferencia radica en que desafortunadamente, las legales, por ejemplo el cigarillo, contribuyen (...)"

Álvaro Andrés Muñoz Fernández
Estudiante de Comunicación Social -VII semestre - Pontificia Universidad Javeriana.

Anita Cubillos dijo...

Creo que no podemos dejar a parte la idea de que la política no esta ligada con la legalización o no de la misma. Porqué si miramos casos concretos como el de Samper nos daremos cuenta que si hay una estrecha reunión.
DE acuerdo, con que hay que analizar el caso concreto colombiano ya que no se pueden aplicar las mismas políticas de países desarrollados que han legalizado las drogas.